Malarino Luthier
Soy constructor de guitarras. Me apasiona leer, investigar, aprender, diseñar y construir guitarras. Me especializo en clásicas, flamencas y archtop. No soy un artista, soy un técnico que produce finas herramientas para los más finos artistas. En un intento constante de superación personal, deseo ofrecer a los músicos una sofisticada guitarra que los inspire y motive a expresarse, y fundamentalmente que pueda potenciar sus capacidades.

La curiosidad constante, la autosuperación y el fortalecimiento de conocimientos son la base de mi pasión por mi trabajo, mi biblioteca es la herramienta más importante que tengo y la paciencia es la mayor virtud que pude desarrollar. A decir verdad, hacer guitarras no es un trabajo para mi, lo siento como un juego, lo disfruto en cualquier sentido, en todos los aspectos, ¡Mi vida es hacer guitarras!
El oficio de hacer guitarras abarca tantos temas que me llevaron a comprometerme y a estar profundamente naturalizado en el estudio de todo lo que ha escrito (y pude obtener) sobre: acústica física, tecnología de la madera, historia de la música y -en particular- de la guitarra, algo de química, diseño de dispositivos y herramientas, principios básicos de electricidad y electrónica, y una gran cantidad de habilidades manuales como: tallado, grabado, incrustación, afilado y acabado, entre otros. Finalmente tuve la suerte de aprender mientras enseño y enseñar mientras aprendo. Por otro lado, la única parte de las tareas que no puedo disfrutar son las prácticas contables, administrativas y comerciales. ¡Así que encontré a alguien mejor que yo para eso!
A lo largo de los años, este trabajo me ha convertido en alguien aún más paciente, responsable, inconformista, obsesivo, puntilloso, meticuloso, perfeccionista, medido, tenaz, creativo, atento, y un profesional siempre abierto a nuevas experiencias y dispuesto a aprender cosas nuevas. Pero sobre todo la construcción de guitarras, me hace una persona mejor y más feliz cada día.
Clasica
Guitarra

Mis guitarras son de construcción tradicional
pero con mi propio diseño.
Estas guitarras son de confección sólida pero no pesada, una tocabilidad cuidadosamente pulida, con un diseño estético lujoso, incluyendo sofisticada orfebrería cincelada a mano en oro y plata.
Si bien Buenos Aires es una ciudad colmada de guitarristas y constructores de guitarras, no tiene una tradición haciendo guitarras como ocurre con Granada o Madrid, en España. Por lo tanto hemos desarrollado un camino propio, basado en los grandes constructores de la historia. En particular yo he diseñado mis guitarras y abanicos tomando conceptos de Antonio de Torres, José y Manuel Ramírez, Ignacio Fleta, Robert Bouchet, Daniel Friederich, Richard Schneider, Thomas Humprey, entre otros. Interpretando a los grandes maestros, sumando mis estudios de acústica y aprendiendo de mis errores, he desarrollado una experiencia que me permite diseñar un efectivo patrón de varetaje para mis tapas armónicas.

Sobre el sonido
Construyo instrumentos tradicionales con conceptos actuales, que son equilibradamente receptivos y sensibles a la búsqueda expresiva de los músicos.
Siempre estoy buscando un sonido que tenga un encanto genuino, con una proyección de sonido efectiva y una gran versatilidad, equilibrada en todos los colores del amplio espectro musical.
Toda madera es única, por lo que en cada guitarra trato de buscar el mejor instrumento con las maderas que estoy usando. Siempre he creído que la calidad precede a la cantidad, especialmente en el sonido. A pesar de saber que el volumen es un atributo deseado, elijo trabajar buscando de una guitarra bien balanceada con notas que logren profundos bajos, un cálido rango medio y agudos nítidos que ¨canten¨. El poder del sonido lo enfoqué en aumentar las posibilidades del rango dinámico, no en el volumen final ¨per se¨
Flamenca
Guitarra

Mis guitarras flamencas son como gitanos del Río de la Plata, de construcción tradicional pero con diseño propio.
Hay muchas coincidencias entre el flamenco y el tango, así como los une la marginalidad también los une cierta desgarradora sonoridad. Por lo tanto, a pesar de que la música flamenca no es la más popular en Argentina, me es posible comprender claramente las necesidades del músico de flamenco y así ofrecerle una guitarra cómoda, ágil y de inmediata respuesta, que se destaca por su tocabilidad.
Siempre uso abeto en las tapas y prefiero el ciprés al palisandro, aunque eventualmente lo utilizo. Solo rompo la tradición con un diseño estético lujoso, incluyendo sofisticada orfebrería cincelada a mano en oro y plata.

Sobre el sonido
A diferencia de mis clásicas, busco potencia sonora antes que balance.
Considero que mis guitarras flamencas son poderosas, con un sonido general que tiene un ataque muy corto, pero también un decaimiento muy rápido. Trabajo seriamente para obtener un sonido fuerte, brillante, con gran presencia de armónicos altos en los agudos, un alto volumen en las frecuencias medias y casi ningún bajo profundo, pero si busco que sea nítido. Es un sonido percusivo característico, austero y seco pero con gran proyección y claro sentido de la calidad del timbre flamenco.
Archtop
Guitarra

La influencia de la comunidad de artesanos italianos de América del Norte hizó destacar a los constructores de guitarras como John D’Angelico, Jimmy D’Aquisto, John Monteleone o Bob Benedetto, entre otros.
Y sus guitarras archtop cautivaron mi admiración cuando era joven. Más tarde, la necesidad (e insistencia) del guitarrista de jazz argentino Daniel Corzo, me motivó a comenzar a construirlas.
Mi experiencia en el diseño de guitarras clásicas me ayudó a entender y controlar las funciones acústicas de las archtop, y también a moldear su meticulosa estética que incluye sofisticada orfebrería cincelada a mano en oro y plata, puente y cordal de ébano, cenefas de madera (no de plástico), incrustaciones en abalone o madre perla y delicadas tapas armónicas talladas a mano.

Sobre el sonido
Mis guitarras Archtop ofrecen un sonido acústico suave y gordo, con tonos bien balanceados en todo el rango dinámico
graves profundos con mucho cuerpo, una excelente gama de tonos redondos en las frecuencias medias, y agudos cálidos y suaves, e incluso, aún así, lo suficientemente potentes como para proporcionar buena definición en todas las notas en cualquier frecuencia.

Estas guitarras están hechas por un equipo de tres calificados Luthiers.
Generalmente Julio Malarino realiza las tapas y dirige el proceso completo controlando la calidad de cada tarea y cada pieza. Gariel Keilty atiende los detalles y el proceso de ensamble, Martín Bortolín prepara piezas y se ocupa del lustre.
Nos basamos en los diseños de los grandes constructores respetando cada detalle y a pesar de no dedicarnos a las réplicas, los planos de los instrumentos fueron realizados luego de una exhaustiva tarea de investigación y documentación.

Sobre el sonido
Torres
Hacemos nuestro mayor esfuerzo para acercarnos lo más posible al sonido original de Torres, además de ofrecer una acción y una tocabilidad muy amigable. Este modelo busca un tono lleno del encanto del viejo mundo, una calidad de sonido amaderado, seco, y texturado para cada nota, con un excelente balance de bajos redondos, y agudos claros, cálidos y cantantes. Estas guitarras modelo Torres definen para nosotros el original sonido español y el alma del tono antiguo.
Friederich
El modelo Friederich logra un sonido sensible y potente, y equilibrado cuando se toca recorriendo el amplio del rango dinámico que ofrece. Prestamos especial atención en nuestro trabajo al decaimiento lento y al sustain general del sonido. El sostenido en esta guitarra es bastante impresionante y el decaimiento es muy lineal y predecible. Las guitarras suenan muy consistentes con un distintivo tono sedoso y aterciopelado con bajos profundos y agudos ricos.